Quienes somos

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Y recuerda... no es ficcion todo lo que lees

jueves, 10 de junio de 2010

Hola de nuevo, soy Cris y hoy después de mi ausencia he regresado, y como lo prometido es deuda... aquí os dejo un escrito breve, que espero os guste y comprendáis...

Tras la rejas observaba el amanecer, como tantas otras veces había echo, pero ahora el nacimiento de aquel nuevo día era el peor de los castigos, una sombra a su lado, soledad, el frio de la habitación vacía había penetrado en su alma, aquella luz que tantas veces había visto reflejada en sus ojos, ahora se le antojaba como el reflejo del fuego del infierno, sintió un escalofrío, instintivamente buscó unos brazos que la cobijaran, la abrazó la nada… se dejó caer al suelo, en un rincón y tubo el valor de llorar…. Y en cada lágrima un fragmento de aquel corazón que tantas veces habían roto era arrastrado hacía fuera, lejos muy lejos, lágrimas que al evaporarse se llevaban con ellas aquella alma que en su día había sido fuerte y luchadora… que ahora solo quería descansar, escapar del dolor…

Salió de la habitación sin hacer ruido, en parte para no despertar a su familia, en parte para evitar que los recuerdos que la acompañaban como una penitencia celestial se dieran cuenta que se iba a marchar para siempre y ya jamás podrían torturarla, que por fin había reunido el coraje para dejar de vivir en el pasado, de no cobijarse en ojos que ya no eran suyos, ahora pertenecían a otras...

Cerró la puerta, se puso frente al espejo, ya no reconocía sus ojos, antes llenos de luz, ahora pozos oscuros, su piel se le antojaba transparente, cerro los ojos, el frío hierro se deslizo sobre su brazo, se relajo, no dolía, volvió a abrir los ojos y mientras la cálida sangre de sus venas se derramaba vio un destello de esperanza, por fin seria feliz, se marcharía a un lugar lejano donde ya no sufriría, sabia que se iría a la nada, jamas había sido una persona creyente, y aunque mas allá hubiese otra vida, no tenia miedo, ya que ningún infierno se podía comparar a lo que había vivido... empezó a sentirse débil, se tumbo en el suelo, con delicadeza, cerro los ojos, su pecho subía y bajaba cada vez mas débilmente, hasta que ya no volvió a subir... y en aquel ultimo suspiro les dio gracias a todos los fantasmas de su pasado, por haberle dado el valor y el coraje de dar el salto, de irse del pasado, de marcharse a un lugar donde dar descanso a su alma, donde dejarla ser feliz...

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