Quienes somos

Quienes somos

Bienvenidos

Sed bienvenidos Imaginantes a nuestro mundo, visitad el lugar donde dejamos hablar a nuestro alma y ponemos alas a la imaginacion, donde la combertimos en plabras, para compartirlas contigo ...



Y recuerda... no es ficcion todo lo que lees

lunes, 5 de julio de 2010

Promesas rotas...

Hola, soy Cristina de nuevo, hoy os dejo un nuevo relato, no tengo muchos ánimos, así que me abstendré de haceros una introducción y sin mas preámbulos aquí lo tenéis …
Promesas rotas
Ella miraba a la luna, lágrimas procedentes de sus ojos laceraban la piel de su rostro, alejada de la civilización, tumbada entre las espigas de trigo, que mecidas por el viento, susurraban historias de antaño, y quebraban el silencio. Ella niña perdida, tumbada en mitad de aquel mar de color oro esperaba, otra vez mas sin esperanzas recibir una llamada, oír su voz una vez mas, auque sabía que eso no pasaría, cuan entupida se sentía al conservar aquel infantil deseo; deseaba sin esperanza que todo aquello fuera tan solo una pesadilla de la cual despertaría de un momento a otro… pero no despertó, tan solo recordó aquel día… aquella nota que apareció brillando en la pantalla de su ordenador, aquellas palabras que en realidad no existían habían sido el golpe de gracia para su alma, ahora ya si que no tenia esperanzas ni deseos, tan solo viva por vivir, se movía por moverse… respiraba por respirar, ya no luchaba…
Su alma se había marchitado ya, ahora solo era la sangre que salía por las grietas de su roto corazón, intentando huir hacia un lugar mejor, seguía llorando, ahora al recordar aquellas promesas rotas… recordaba su voz prometiéndole que aquella otra persona solo era un capricho, que su corazón le pertenecía, que la amaba a ella, y así sería siempre, y recordó como ella había respondido, diciéndole que si la amaba por que condenarla a sufrir cada vez que tuviera un capricho, y pensando con miedo en su interior que pasaría cuando pasara el tiempo y ese capricho se tradujera en un acto carnal, en su mente escucho su voz contestándole que si por el fuera le entregaría la vida entera, pero que no podía por que ella era la mitad de su vida, se sentía avergonzada por haberse dejado embaucar con bellas palabras, que en realidad no tenían valor, y pensó en sus ultimas palabras de despedida, te amo mi princesa, mañana hablamos de nuevo, y pronto nos vemos… llevaba días agonizando en mitad del silencio, esperando, siempre esperando… hasta ahora...

Cerro los ojos con fuerza, intentando inútilmente retener las lágrimas dentro, pese a que se había tranquilizado y que los restos de su alma ya estaban preparados, las lágrimas no dejaban de brotar de su interior, pedazos de alma que intentaban huir de aquel cuerpo semejante a una caracola, vacío, donde solo se oía el eco del pasado… y así tumbada en mitad de aquel lugar ideal, bajo un mar de estrellas eternas, acaricio sus brazos con el frío acero, y mientras la sangre tibia la abandonaba, la abandonó también el dolor y el sufrimiento, la felicidad acudió a ella, ahora por fin su alma marchita descansaría y su corazón roto dejaría de sangrar, por fin alcanzaría la paz, pero lo que mas la alegraba es que iría a un lugar nuevo, donde nada ni nadie podría dañarla ya mas… y allí en el mas bello lugar que os podáis imaginar, bajo una luna roja que iluminaba el camino, se dejó morir… y dedico su ultimo pensamiento a aquel que le había dado las fuerzas para liberarse del dolor, que la había empujado a aquel lugar mejor… no le guardaba rencor, no le odiaba… le amaba… y jamás dejaría de hacerlo, pese a que el la hubiese condenado al olvido… pese a que por el había recobrado la vida y por el había caído de nuevo… pese a las promesas rotas…





No hay comentarios:

Publicar un comentario